Catedral de Santa María, volumen 5: la puerta de Los Apóstoles (plaza de los Apóstoles, s/n).
La entrada sur de la catedral de Santa María empezó a construirse en 1463 y se concluyó en 1488, en un bello estilo Gótico florido, siendo por tanto el más antiguo de los accesos que se conservan a día de hoy. En la parte baja, junto al acceso, bajo delicados y bellísimos doseletes góticos, encontramos las estatuas de cuatro de los discípulos más representativos de Jesús: Santiago, Pedro, Andrés y Pablo, que le dan nombre a esta puerta, a la plaza y a la calle que le sigue.
La clave del arco (la pieza central que mantiene su equilibrio) está decorada con el escudo de la Reina Isabel II, en agradecimiento a su colaboración para paliar los desastres del gran incendio que sufrió el templo en 1854. La reina ayudó con fondos a la construcción del majestuoso órgano Neogótico, y regaló la excelsa sillería plateresca del coro, del siglo XVI, proveniente de un monasterio de Madrid. Arriba, un gran rosetón corona el conjunto. Curiosamente, entre santos, reyes y angelotes, en uno de sus laterales se encuentra la representación de un chato murciano, una autóctona especie de cerdo.
Por cierto, es la única puerta del templo cien por cien habilitada para el acceso de personas con discapacidad, ¡sí a la arquitectura inclusiva y sin barreras, también en los edificios históricos!