Catedral de Santa María, volumen 5: capilla de San Fernando (plaza del Cardenal Belluga, s/n).
La que en su origen se llamó capilla de la Concepción (de ahí que sobre la imagen del santo haya un lienzo de la misma) se inauguró en el siglo XV, con su traza en estilo Gótico, por el entonces regidor don Pedro Calvillo. El tal don Pedro, que fue Señor de Cotillas, tenía una movida familiar tremebunda con su hermana mayor Isabel, puesto que ella era la primogénita, pero mujer, y eso él no lo iba a consentir. Finalmente tomó las armas y consiguió su señorío conquistando la torre y la fortaleza del municipio vecino.
A lo que vamos: la capilla pasó a manos del Cabildo en el siglo XVII, el cual la dedicó al rey santo de Castilla, Fernando III, cuya preciosa y colorida talla, regalo de la reina madre Mariana de Austria en el 1675, preside el bello y recargado retablo de estilo Rococó, del siglo XVIII.
Fue Fernando III ‘el Santo’ el rey que mandó a su querido hijito, por entonces infante (que más tarde reinaría como Alfonso X ‘el Sabio’) a conquistar la Murcia islámica para incorporarla como Reino de Murcia a la Corona de Castilla en el siglo XIII, y así lo hizo. El corazón y las entrañas del rey sabio reposan bien custodiadas aquí, en urna sepulcral de piedra, dentro de la capilla Mayor de la catedral de Santa María de Murcia.