Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, volumen 2: monasterio de las Benedictinas (Algezares, Murcia).
Allí donde la tradición cristiana dice que la Virgen María hizo brotar la ‘Fuente Santa’, en un lugar ya considerado por las primeras civilizaciones que habitaron Murcia como enclave sagrado (no olvidemos el ‘Santuario Íbero de la Luz’ y la ‘Basílica Paleocristiana de Algezares’ situadas en las inmediaciones), en el siglo XVII se comienza a levantar el templo en honor a esta advocación mariana, hoy patrona de la ciudad y su huerta.
No será hasta 1950, tras la destrucción casi total que sufrió el santuario en la devastadora Guerra Civil, cuando se convoque un concurso para su reconstrucción y puesta en valor de nuevo. Es en este mismo momento, el arquitecto Fernando Garrido construye un hospedaje aledaño sobre unas estancias derruidas con anterioridad. Ese antiguo hospedaje, es hoy el ‘Monasterio de Monjas Benedictinas de Nuestra Señora de la Fuensanta’.
De planta rectangular en torno a gran patio central, destaca la portada almohadillada en piedra de color blanco que enmarca la puerta y la ventana de la planta noble. La fachada es una sucesión de combinaciones en piedra con distintos tratamientos alrededor de ventanas simétricas, siendo las de la planta primera o noble de mayor dimensión que el resto.
El famoso arco de la Fuensanta une el monasterio y el templo de la Patrona, además de servir de precioso marco que encuadra y centra las espectaculares vistas del valle de la capital del Segura que desde aquí se pueden contemplar. ¡Qué espectáculo para la vista! ¡Qué lugar tan mágico!