La Murcia Desaparecida, volumen XVI. Palacio de los Fajardo.

El palacio de Los Vélez (paseo Alfonso X El Sabio, s/n) se levantó en el siglo XVIII por la familia Fajardo, Marqueses de Los Vélez, situado entre los conventos de Santa Ana y Santa Clara. Esta importantísima familia (uno de los apellidos nobles más relevantes de la historia de Murcia), había tenido su residencia principal en la actual plaza de Belluga, hasta que, en el siglo XVIII, y a consecuencia de la construcción de la maravillosa fachada catedralicia, se decide el derribo de las edificaciones frente a ella, para poder admirarla como se merecía, y para construir el nuevo Palacio Episcopal, a la altura. Los Fajardo ceden su palacio y terrenos, y construyen este otro en sustitución como residencia principal, en su nuevo emplazamiento.

Se trataba de un bello inmueble de dimensiones considerables, y puro estilo barroco murciano, con tres plantas y semisótano, en torno a un patio central. La fachada, de ladrillo visto, estaba sin embargo revestida de piedra en las esquinas, muy común en las edificaciones de este tipo. Contaba con un majestuoso portón de entrada, con balcón principal y blasón de la familia sobre el mismo. En la parte trasera contaba con un alargado jardín de recreo.

Tras su vida como palacio, pasó a manos de las religiosas de Jesús y María, que lo ocuparon para que albergara su colegio. Cuando estalla la Guerra Civil, se convierte en el Cuartel General de las Milicias, y en 1937, finalmente es derribado con el fin de construir el paseo Alfonso X El Sabio, que conectaría la plaza Circular (y la Estación de Zaraiche y la Cárcel Provincial) con el casco histórico. El pórtico de la entrada (incluidas sus dos bellas columnas de capitel corintio) se desmontaron y trasladaron a la iglesia de San Antolín, donde hoy forman parte de su altar mayor, ¡será por collages!

Ubicación del palacio y su jardín trasero sobre el plano actual de la ciudad.
El palacio, al fondo de la imagen, se encontraba situado entre los conventos de Santa Ana (a la izquierda de la imagen vemos la cúpula de su iglesia), y Santa Clara (que en esta imagen aparece oculto tras la iglesia de Santo Domingo).
Del derribo del palacio se salvó el portón principal de entrada, que forma hoy parte del altar
mayor de la moderna iglesia parroquial de San Antolín, en el barrio del mismo nombre.

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