Calle de la Acequia (actual calle Acisclo Díaz- Maestro Alonso- Santa Clara). La acequia Mayor Aljufía nace en la Contraparada, y tras recorrer la Huerta Oeste (desde Javalí hasta La Albatalía), se introduce en el casco urbano de Murcia, donde oculta por su soterramiento en los años 40, discurre desapercibida para todos. Pero no siempre fue así.
Hasta los años 40-50, la actual calle Acisclo Díaz, conocida entonces como calle de La Acequia, en pleno casco histórico de Murcia, era recorrida por este canal al descubierto. Su paso dio como fruto el florecimiento de numerosas construcciones patrimoniales que se asentaron en sus orillas, ávidas del impulso y riego de sus aguas. Así, florecieron los palacios islámicos del arrabal de La Arrixaca y más tarde los conventos cristianos, así como las grandes fábricas de pólvora y seda, que utilizaron sus aguas para el riego de jardines y huertos, o para impulso de sus motores. En total, más de veinte lugares de interés salpican hoy este eje patrimonial que cruza la ciudad de este a oeste.
Tenemos la enorme suerte de contar con un patrimonio que es a la vez histórico, ambiental y funcional: una compleja infraestructura hidráulica, testimonio de nuestra historia etnográfica, y base de un rico ecosistema con una fauna y una flora asociadas, que además sigue en pleno funcionamiento como elemento fundamental de la economía huertana. La red de riego tradicional de la Huerta de Murcia, atraviesa hoy soterrada el casco urbano de la ciudad, negándose de esta manera su reflejo e importancia para los ciudadanos y visitantes, y ocultando su condición simbólica de hilo que teje la unión entre la ciudad y su huerta. ¿Volveremos a oír el agua de las acequias discurrir por el centro de Murcia alguna vez? ¡Ojalá que si!