La Murcia Desaparecida, volumen 33: palacio de los Ayllón (calle Lorenzo Pausa, esquina con Calle Ayllón). Levantada en el siglo XVIII, en la entonces conocida como calle del Conde (hoy calle Lorenzo Pausa), la residencia palaciega de los Ayllón no respondía al típico aspecto de casona barroca del momento. Con semisótano, entreplanta y planta noble, su simétrica fachada apenas disponía de ornamento, destacando acaso el forrado de piedra de la parte baja. Su modesto hueco principal de acceso, no estaba compuesto por los característicos portalones en piedra presididos por el escudo de la familia. Será común, a partir del siglo XVII, que las grandes familias comiencen asentar sus palacios urbanos más allá de las murallas de la ciudad, sobre todo en dirección norte, colonizando el Arrabal de la Arrixaca.
A pesar de lo aparentemente modesta que fue su residencia urbana, no podemos decir lo mismo de la espectacular casa-torre que los Ayllón levantaron para su recreo y explotación de las tierras que disponían en la pedanía de Puente Tocinos. Tras una profunda rehabilitación y puesta a punto, en 2013 se inaugura la “Casa del Belén” de esta pedanía, situada en la antigua casona rural de la familia. En esta casa-torre destacan sus robustos muros de ladrillo y mampostería, el bello escudo familiar sobre el acceso principal, y sobre todo, la torre central con su famoso reloj solar, de hecho, se la conoce como ‘Torre del Reloj’.
El palacio urbano de Ayllón será derribado a finales de los años 60, y sustituido por una edificación de cinco alturas que rompió por completo la imagen de fondo de la torre de San Esteban desde la calle. Al menos nos queda el recuerdo de aquella familia gracias al callejón llamado calle Ayllón, que une la calle San Miguel con Lorenzo Pausa, ¡no me canso de insistir en la importancia de la toponimia!