La Murcia Desaparecida, volumen XXXV. Teatro de los Infantes

La Murcia Desaparecida, volumen 35: el Teatro de Los Infantes (plaza Julián Romea, s/n)

El Teatro de los Infantes fue inaugurado, con toda la pompa, el 25 de octubre de 1862 por la reina Isabel II, que en ese momento se encontraba de visita oficial en Murcia, en homenaje, como su nombre indica, a los Infantes de España, sus hijos. No pasarían muchos años hasta que fuera consagrado a uno de los hijos predilectos de las artes murcianas: Julián Romea, uno de los mejores actores del teatro romántico español del siglo XIX. Los terrenos en los en los que se asentó aquel primer teatro, habían sido expropiados en 1842 a la orden dominica, que hasta ese momento tenía ubicado aquí su gran convento de Santo Domingo.

Bajo proyecto de Diego Manuel Molina y Carlos Mancha, y con pinturas interiores de José Pascual Valls, se construye un edificio de vastas dimensiones, con una sencilla fachada de ladrillo visto, recubierta de piedra en su entrada principal tripartita y en sus esquinas, y con huecos de ventana rematados con arcos de medio punto, en un sobrio estilo Neoclásico. Este primer inmueble sufrirá un pavoroso incendio en 1877, que lo destrozará casi por completo.

En 1880, se inaugura la rehabilitación, firmada esta vez por el famoso arquitecto Justo Millán, que dio lugar al aspecto exterior actual de nuestro Teatro Romea. De esta intervención surge la fantástica fachada ecléctico-modernista que disfrutamos hoy. Por desgracia, en 1899, un segundo incendio, que en esta ocasión solo arrasará el interior, hace necesaria una nueva intervención. Por lo tanto, el aspecto exterior actual corresponde a la reconstrucción de 1880, mientras que el interior se debe a la última de las intervenciones tras el incendio de 1899.

La tercera y última inauguración del teatro (de momento) tuvo lugar el 16 de febrero de 1901. A la cabeza de todos los murcianos viene siempre la famosa leyenda de aquel monje dominico y su maldición de los tres incendios. ¿Habrá un tercero?, ¿ cuándo será? De momento, y por si acaso, la última silla, tapizada en color negro, siempre permanece vacía en cada espectáculo con ‘sold out’.

Aspecto del teatro de los Infantes, antes del pavoroso incendio de 1877, que lo destruirá casi por completo.
El actual teatro Romea, heredero del anterior, surge de la remodelación exterior inaugurada en 1880, y de la interior inaugurada en 1901.

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