La Murcia Desaparecida, volumen 44: Casona y taller de Viudes (calle Floridablanca, 75, “el Rollo”). Originarios de una noble, influyente y acaudalada familia de empresarios y políticos, a principios del siglo XX, los Viudes abren un importante taller de automóviles y motocicletas, además de para la venta de abonos, en un nuevo edificio diseñado para la ocasión. Aquí también fijarán una de sus lujosas residencias, rodeada de un suntuoso y vastísimo jardín de recreo plagado de palmeras y rosales.
La casona, de estilo modernista, destacaba por sus inmensas dimensiones: un gran bajo comercial donde se instaló el negocio-taller, “Adrían Viudes e Hijos S.R.C.”. A levante, sobresalía un ancho torreón, donde se situaba la casa familiar, delante del cual se desarrollaba el único vestigio que nos queda de aquel complejo: el parque Viudes, un imponente palmeral y jardín de rosales al estilo francés. La edificación será derribada a principios de los años 80, para ser sustituida por una vulgar mole de ladrillo. Uno más de tantos crímenes contra nuestro patrimonio.
Adrián Luis Viudes Romero fue un hombre inquieto y un gran inventor que siempre será recordado por el más popular de sus inventos: la motocicleta Sadrián. Por cierto, fue hijo del importante político y también empresario Adrián Viudes Guirao, del que hablaremos en futuras entregas de la Murcia Desaparecida, pues esta familia también habitó una espectacular casona modernista en Beniaján, que lamentablemente, ya tampoco existe.