#CallesdeMurcia, volumen 20: calle Marquesa.
En el siglo XVIII, en la plenitud de la revolución urbana y arquitectónica del Barroco murciano, la marquesa de Espinardo levanta residencia palaciega en el lado noroeste de la plaza de Santa Catalina. Esta casona (la cual estaba situada a la derecha de la fotografía), y donde por cierto nació el ilustre actor Julián Romea en 1813, fue sustituida a finales del siglo XIX por una de las primeras obras del insigne arquitecto José Antonio Rodríguez, con el fin de albergar la sede del Banco de España hasta su traslado al inmueble situado en la actual Gran Vía.
La calle, por tanto, toma su nombre en honor a la representante de uno de los títulos nobiliarios más importantes de Murcia, el marquesado de Espinardo, al cual está ligado otro importante inmueble: lo que queda del excelso palacete renacentista a la entrada de la pendanía murciana de Espinardo, hoy sede de un colegio. Esta vía es la encargada de unir la plaza de Santa Catalina, la medieval “plaza mayor” de la ciudad, con la calle Gavacha.
Lo que se ve a la izquierda es otra de las casonas solariegas situadas en la plaza, el antiguo palacete de los Palarea, hoy sede del Museo Ramón Gaya. Al fondo, sobresale la majestuosa cúpula de la Unión y el Fénix Español, el edificio que ocupó el solar del tristemente desaparecido Contraste de la Seda, a finales de los años 40 del pasado siglo.