#CallesdeMurcia, volumen 23. Calle Frenería.
En la medina Mursiya islámica, plenamente consolidada en el siglo XII, existía un eje principal que recorría la ciudad de este a oeste (o viceversa), y que era conocido como ‘Zoco’, por ser el lugar de bullicio comercial más importante de aquel momento. El zoco murciano partía de la puerta de Orihuela (llamada así porque conducía a esta ciudad alicantina, situada al este), y estaba constituido por las actuales calles Mariano Vergara, San Antonio, Apóstoles y Frenería. A partir de aquí, continuaba hasta llegar a plaza de San Pedro y se bifurcaba para conectar con la puerta de Vidrieros, en San Antolín, y con la del Zoco, en San Nicolás.
El nombre ‘Frenería’ hace honor al gremio de freneros: los artesanos encargados de fabricar y vender los frenos para las caballerías. El callejero murciano está repleto de referencias a este pasado medieval de los artesanos: plateros, traperos, jaboneros, carniceros, vidrieros, yesqueros, organistas, turroneros o alfareros, entre otros, tienen su propia vía.
En algún momento (así aparece reflejado en algunos planos históricos de la ciudad) la calle tomó el nombre de ‘calle del Conde del Valle de San Juan’. En el siglo XIX, los Melgarejo, quienes ostentaban dicho título, ocupaban puestos muy relevantes en la sociedad: diputados en las Cortes, cargos políticos municipales, etc, siendo tenientes, además, de una de las mayores fortunas territoriales de la provincia. Uno de sus palacetes urbanos estuvo situado aquí, razón por la cual se bautizó a la calle en su honor. Esta referencia queda patente en la toponimia callejera gracias al tramo situado al otro lado de la Gran Vía, que se sigue llamando así.