Bienes muebles catalogados, volumen XX. Cristo del Refugio

#BienesMueblesCatalogados, volumen 20. Cristo del Refugio (Anónimo, siglo XVI-XVII).

Esta devocional imagen toma su actual nombre tras la Guerra Civil, cuando la iglesia de San Lorenzo, en la que estaba colgado en una pared de la sacristía (antes lo había estado en la cercana ermita de Santa Quitería, hoy desaparecida), se convirtió en refugio del pueblo ante los horrores de la contienda. De la destrucción patrimonial de esta parroquia apenas se salvó este crucificado, de origen y fechación incierta, por algunos atribuida al entorno de Jerónimo Quijano, quien fuera maestro renacentista de las obras de la Catedral de Murcia entre 1526 y 1563.

El Cristo del Refugio el protagonista de la noche del Jueves Santo murciano. La del Silencio, como es popularmente conocida, es para muchos la más solemne y elegante de las 17 procesiones que las 15 cofradías murcianas sacan cada año a la calle durante la semana de Pasión. En silencio, sólo roto por el canto de auroros o saetas, todas las luces se van apagando a su paso. Así, en ese momento de silencio y oscuridad, muchos devotos encuentran su refugio.

Alejándose de lo tradicional de las procesiones murcianas, en la posguerra, esta cofradía introdujo un nuevo estilo que hoy se conoce como ‘de silencio’, del que bebieron, con modificaciones, el resto de cofradías que hoy lo siguen: Fe, Rescate, Salud, Soledad y Yacente. Guardando voto de silencio y sin dar caramelos, la túnica de los nazarenos (incluidos estantes y mayordomos)es hasta los pies, yendo todos, además, con la cara tapada.