La Murcia Desaparecida, volumen LXXIII. Partidor de Santa Ana

La Murcia Desaparecida, volumen 73: el partidor de Santa Ana (calle Enrique Villar, 15).

En la “Murcia Desaparecida, volumen 20: la calle de la Acequia” ya os conté que, hasta los años 40-50 del pasado siglo, la actual calle Acisclo Díaz era conocida como ‘calle de la Acequia’, siendo recorrida por la acequia Mayor Aljufía al descubierto. Su paso dio como fruto el florecimiento de numerosas construcciones patrimoniales que se asentaron en sus orillas, ávidas del impulso y riego de sus aguas. Así, florecieron los palacios islámicos del arrabal de la Arrixaca, los conventos cristianos, y las grandes fábricas de Pólvora y Seda, que utilizaron sus aguas para el riego de jardines y huertos, o para impulso de sus motores. En total, más de 20 lugares de interés salpican hoy este eje patrimonial que cruza la ciudad de oeste a este.

En este mismo eje, a la altura del cruce de las calles Enrique Villar y San Ignacio de Loyola, se encuentra, soterrado, otro elemento fundamental de este conjunto patrimonial: el partidor de Santa Ana. Justo aquí (al descubierto hasta los años 70), se encuentran las compuertas en las que la acequia Mayor Aljufía pasa a bifurcarse: por un lado, en la acequia Nelva-Casillas que se dirige al norte; por otro, en la acequia Benetúcer, que va hacia el sur para regar las huertas de Puente Tocinos y Llano de Brujas.

Parece mentira, dado su enorme potencial turístico, que la red de riego tradicional de la Huerta de Murcia atraviese aún hoy el casco urbano de la ciudad bajo tierra, oculta a todos. Se rechaza de esta manera su reflejo e importancia para los ciudadanos y visitantes, invisibilizando su condición simbólica de hilo que teje la unión entre la ciudad y su huerta. ¿Volveremos a oír el agua de las acequias discurrir por el centro de Murcia alguna vez? ¡Destapemos la acequia Mayor Aljufía de una vez!

Autor de la fotografía de la acequia descubierta: Manuel Poves Paredes.