La Murcia Desaparecida, volumen 77: los cafés del Arenal (actual calle Tomás Maestre, Glorieta de España).
En el arranque de la Gran Vía existió hasta su apertura, a mediados del pasado siglo XX, el importante espacio urbano conocido como ‘el Arenal’, lugar donde se asentaron los más populares cafés del siglo XIX: el café del Arenal, el Moderno y el del Sol. Lugar de tertulias de toros y fútbol, al ritmo del piano y la armónica se tocaban piezas de música clásica cada noche, o se mostraban películas cine mudo al aire libre. Aquí, además de licores, también se servían helados, cafés y meriendas. Sus icónicos porches de estructura metálica y toldos de tela son hoy una pintoresca imagen de la Murcia Desaparecida.
A finales de los años 40 los cafés fueron cerrando: primero le tocó al del Sol, después al del Arenal y finalmente al Moderno. Cuando “se abre” la Gran Vía, a mediados de los años 50 del siglo XX, la profunda remodelación urbanística de la Glorieta y su entorno hacen que se derribe el edificio que albergaba dos de los tres cafés, desapareciendo para siempre la trasera calle Palmera, que hoy conocemos como calle Tomás Maestre, en el lugar en el que se encuentra la parada de taxis. El otro edificio, en el que se situaba el café del Sol, también fue sustituido por el actual en los años 70.
Como curiosidad, os gustará saber que fue en estos establecimientos donde se popularizó el ‘Belmonte’: café, leche condensada y un chorro de este coñac. Hoy en día, en homenaje a aquellos, aunque en otras ubicaciones, los murcianos disfrutamos del ocio en terraza en el café del Sol (en la plaza de Europa) o en el café Moderno (en Alfonso X).
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