La Sagrada Familia (Francisco Salzillo, h.1735, iglesia parroquial de San Miguel Arcángel). Situada en una de las capillas de la nave lateral derecha del templo murciano de San Miguel, la Sagrada Familia es la obra más representativa de las realizadas en la primera etapa creativa del escultor, cuando hacia 1735 contaba con apenas 28 años de edad, aunque sin embargo, en ese momento llevaría ya cerca 8 años haciéndose cargo del taller familiar, tras la muerte de su padre Nicolás.
Las esculturas de esta obra están realizadas combinando la talla de madera con la técnica del enlienzado. Las cabezas, manos y pies se tallan en madera, y se pegan a un cuerpo central que los une, al cual se van adhierendo enlenzados (pedazos de tela de fibras naturales mojadas con diversos tipos de cola) que lo cubren haciendo las formas de las ropas, que posteriormente son pintadas y estofadas (técnica para grafiar detalles en oro).
La exquisita composición es triangular, girando todas las figuras en torno al Niño que sostiene María en sus brazos, combinándose una escena de ambiente familiar y cotidiano, pero místico y divino al mismo tiempo. Bajo ellos, San Joaquín mira a su hija, que parece a punto de devolverle la mirada; y Santa Ana se inclina hacia su nieto, como invitándole a sus brazos; por último, en un lateral y absorto en sus pensamientos está San José delante de un libro abierto que sujeta con una mano, mientras que en la otra apoya su cabeza.
Como curiosidad, os gustará saber que este conjunto tiene una clara inspiración en el lienzo “La Sagrada Familia”, realizado de manera coetánea , y situado en la catedral de Murcia, obra del pintor Manuel Sánchez, quien fue el profesor de dibujo de nuestro genio Salzillo.