La Murcia Desaparecida, volumen 65: Villa Carmen (Paseo Villa Carmen, s/n).
Situada a orillas de la antigua carretera de Espinardo, casi a la altura del cruce con la Senda de Granada, en el tramo que hoy conocemos como avenida Miguel de Cervantes, se levantó esta casona con finca de recreo en el primer tercio del siglo XX.
Don Pedro Lorca Marín, reputado abogado murciano, construye su villa en el imperante estilo ecléctico del momento, que contaba con todos los elementos arquitectónicos que le eran propios: huecos adornados con guirnaldas, balcones con cuidadas rejerías o balaustradas, jarrones y demás decoraciones. Se trataba de una edificación de planta baja y primera (o noble) sobre la que se desarrollaba una cubierta plana. En la parte trasera un cuidado jardín de estilo francés: dos caminos perpendiculares que delimitaban cuatro parterres y fuente central.
La finca se bautizó en honor a la mujer del promotor: doña Carmen Ruiz Rey. El matrimonio decidió mudarse a Madrid en 1929, donde Pedro abrió despacho de abogagos. Sin embargo, nunca olvidó sus raíces, y en 1932 es nombrado presidente de la ‘Casa de Murcia’, una asociación dedicada a la difusión de lo murciano: fomentando las Bellas Artes, el Turismo, los productos regionales, etc; y apoyando los intereses de los murcianos residentes en Madrid.
En Villa Carmen se organizaban pomposas fiestas a causa de eventos de la asociación, al que acudieron todo tipo de personalidades del momento: misses, políticos locales, diputados, periodistas, etc. La edificación es derribada para la construcción, en la década de los noventa, de una urbanización de adosados y un jardín público que llevan su nombre original.