#BienesMueblesCatalogados, volumen 16. Belén de Salzillo (Francisco Salzillo, 1776-1800. Museo Salzillo).
En 1776, don Jesualdo Riquelme y Fontes, Señor de Guadalupe, uno de los grandes mecenas ilustrados del arte murciano de su tiempo en Murcia, encargó a su amigo, el universal escultor barroco Francisco Salzillo, un belén para decorar las Navidades de su noble palacio, el cual, hasta su derribo, estuvo situado en la confluencia de las actuales calles Riquelme y Almenas. Murió Salzillo y el propio Jesualdo sin ver completamente conclusa la obra, que fue rematada por el discípulo predilecto del genio, Roque López, en el año 1800.
El autor, siguiendo la moda, y acaso influenciado por sus orígenes napolitanos (su padre Nicolás era de allí), llevó a cabo un auténtico pesebre al estilo napolitano, representando en un exquisito anacronismo barroco: las vestimentas, modos de vida, costumbres y arquitecturas de la Murcia de finales del siglo XVIII. Sin embargo, el de Salzillo tibió la mundanidad del italiano, gracias a la fiel representación de los misterios sagrados representada. Hizo así honor a la profunda religiosidad que le caracterizaba, creando una obra realmente genuina.
En la elaboración del conjunto, que está formado un total de más de 550 esculturas de personas y más de 370 animales, además de varias maquetas de edificios, no sólo participó Salzillo, sino varios de sus discípulos del taller, además de distintos carpinteros, tallistas, y acaso arquitectos en el diseño (que no en la ejecución) de esas espectaculares arquitecturas que lo ambientan. Esta es una joya más para el patrimonio de la ciudad de las que nos brindó el eterno Salzillo, y una pequeña ventana a la que asomarse para imaginar aquella gloriosa Murcia de nuestro Siglo de Oro.
Si queréis saber más detalles, aquí dejo el enlace del artículo que escribí sobre este maravilloso belén en el diario Murcia Noticias: