Real Casino de Murcia, volumen 1: contexto (calle Trapería, 18).
Monumento histórico-artístico de España desde 1983, “Real” desde 2009 (concesión de “Juancar” I of Spain) y edificio civil más visitado de la Región de Murcia, este emblemático inmueble recoge lo mejor de la arquitectura murciana de finales del XIX y principios del XX.
En 1847 se funda la Sociedad del Casino, con sede original ubicada en otro edificio, hasta que en 1853 se inaugura este maravilloso ejemplo de arquitectura ecléctica. No hay edificio que haga mejor honor a la definición de eclecticismo: “que trata de reunir, procurando conciliarlos, valores, ideas, tendencias de sistemas y épocas diversos”. Así, el Casino es, en realidad, un compendio de espacios en diferentes estilos, muchos de ellos denominados “neo-algo”: neobarroco, neonazarí, neoclásico; pero también de otros como historicista o modernista, que combinados de una manera sublime, lo convierten en una singular joya arquitectónica.
Como la mayoría de inmuebles, este no es estático en el tiempo, el que vemos hoy es el resultado de una sucesión de ampliaciones y reformas (la fachada principal es de 1903, aunque el inmueble se inaugurara 50 años antes, por ejemplo), que concluyeron en 2009 con su reinauguración tras una intensa rehabilitación de unos 10 millones de euros, que lo dejaron reluciente.
No es un casino de juego, lógicamente, sino un elitista club privado, exclusivo para socios, en el que la alta sociedad de los siglos XIX y XX se reunía en fiestas y banquetes, cafés o comidas que cerraban negocios, juegos de apuestas que en el resto de lugares estaban prohibidos (y aquí también, pero nadie decía nada), y un largo etcétera de actividades de socialización de la clase alta. Y sí, sigue siendo lo mismo hoy en día, a excepción de que ahora los turistas (y murcianos) tienen permitida la entrada a las zonas visitables, previo pago.
¡Una vetusta institución y arquitectura de la ciudad de Murcia!