La Murcia Desaparecida, volumen 25: Palacio, Molino y Barca del Marqués (actual barrio Infante Juan Manuel, junto al puente del Hospital Reina Sofía). Don Pedro Rosique y Hernández, Marqués de Camachos e importante político liberal progresista del siglo XIX (es el mismo al que está dedicada la famosa plaza del barrio del Carmen), levanta una de sus residencias algo alejada del bullicio de la ciudad, y junto al río. Construye una enorme casona con gran patio central y una altísima torre que recuerda, por su fisionomía, a un faro. Desde esa torre capturó una preciosa imagen del río y la ciudad el célebre fotógrafo de la Reina Isabel II, Charles Clifford, en la visita que se hizo en1862.
Junto a la casona se encontraba el conocido como molino del Marqués. Desde la Edad Media y sobre todo a partir del siglo XV, las familias importantes de Murcia, junto a la Iglesia, e incluso las órdenes militares, hicieron uso de sus privilegios e instalaron a lo largo del río, y en las acequias y azarbes en los que estaba permitido, numerosos molinos de grano, pimentón, bataneros y de pólvora. Junto al del Marqués, de los que se situaron a orillas del Segura, también son célebres el de los Álamos y el de San Francisco, junto a la Pasarela Manterola; o los Molinos del Río, actual Museo y centro de exposiciones, o muchos otros sobre acequias (del Amor, Funes, del Batán, de Los Canalaos, etc).
¿Se ve en la foto la embarcación que cruza el río? Desde la Edad Media, “las barcas” fueron el medio más utilizado para cruzar el río, ante la ausencia de puentes resistentes a las bravas crecidas del impetuoso Segura. Gracias a un censo de principios del siglo XX, sabemos que en la Huerta de Murcia, en ese momento, sólo quedaban seis barcas en activo: además de la del Marqués, la de Javalí, la del Rincón de Beniscornia, la de La Arboleja, la de Llano de Brujas y la de Alquerías.