La Murcia Desaparecida, volumen 34: el Banco de España ‘al revés’ y la Plazuela de Los Gatos (actual calle Fernández Caballero esquina calle Calderón de la Barca). En 1931 se inaugura, inserto dentro de la laberíntica trama urbana de la vieja Murcia, la flamante sede del Banco de España en Murcia. Se trata de un edificio rectangular, de cinco alturas, organizado en torno a un patio, y en estilo neoclásico.
Lo curioso de la historia es que el edificio se construye dando su fachada principal a la calle Calderón de la Barca, esquina con la plazuela de Fernández Caballero, popularmente conocida como callejón o plazuela de los Gatos. Con la apertura definitiva de la Gran Vía, con tráfico a partir de 1953, se decide que lo lógico es que, la sede del banco, diera cara a la nueva arteria principal de la ciudad. De este modo, se lleva a cabo la remodelación del inmueble: se desmonta la fachada principal, incluidas sus columnas dóricas, el portalón de entrada, el balcón y los escudos, y se trasladan a la, por entonces, fachada trasera, convirtiéndola en la principal. Aprovechando las obras, se amplía el edificio, manteniendo la dimensión del lado de la fachada, y ampliando el fondo edificado, pasando la fachada lateral de tener cuatro, a tener seis ventanas por cada lado. ¡Se le dio la vuelta al edificio!
Con la desafortunada decisión de abrir la Gran Vía y partir de norte a sur el trazado de origen islámico de Murcia, se borró del mapa buena parte de la historia urbanística y patrimonial de la ciudad. Entre todas esas perdidas (conventos, iglesias, palacios, callejuelas, etc) tenemos que lamentar la de la plazuela de los Gatos. Así conocían los murcianos a esta pequeña plaza, oficialmente dedicada al excelso compositor decimonónico de zarzuelas Manuel Fernández Caballero, que comunicaba el también desaparecido arco del Vizconde de Huertas y el jardín de Santa Isabel, con el lateral del Banco de España.