La Murcia Desaparcida, volumen 52: casa-torre de Romo (actual calle Auroros con calle Santander, s/n).
Ubicada en lo que hoy es el pleno corazón del barrio del Carmen, no muy lejos del actual jardín de Floridablanca y la calle Princesa, la torre de los Romo fue levantada a mediados del siglo XVII por don Antonio Joaquín Romo, caballero de la Orden de Santiago, en lo que por entonces era parte de la huerta que circundaba a la pequeña Murcia.
La edificación responde a las características propias de estos palacetes rurales del barroco popular. Se trata de un inmueble de planta baja y planta noble, con cubierta plana o “terrao” sobre el cual se alza la torre que da nombre a la tipología. Su elemento más curioso es la torrecilla que sobresale, rematada con tejado que podría recordarnos a las cubiertas de los castillos medievales.
Las casas-torre eran a la vez casas solariegas de recreo de la nobleza murciana y centros de operaciones de grandes extensiones agrícolas que se explotaban económicamente. La finca de los Romo estaba regada por un brazal de la acequia Almohájar, que atraviesa exactamente por donde hoy discurre la calle Escultor Nicolás de Bussi.
La torre será derribada en algún momento entre finales de los 50 y principios de los 60. En su lugar se construirán una serie de anodinos edificios sesenteros, entre ellos el ambulatorio del Carmen. La casona y la familia eran tan populares en el entorno, que el antiguo camino de Algezares tomó el nombre actual por el que conocemos a la calle junto a la cual se alzaba: calle Torre de Romo, aún hoy una importante parte de nuestro callejero.