Casa del Pino (avenida Juan Carlos I, 88, 30151, Santo Ángel, Murcia). En el primer tercio del siglo XIX, el acomodado notario Juan de la Cierva Soto, afincado en Murcia, contrajo matrimonio con doña Nicomedes Josefa García, matrimonio del cual nació una hija: Marciala de la Cierva García (su casona es protagonista del volumen 60 de la ‘Murcia Desaparecida’). Tras la muerte su primera esposa, don Juan se casó en segundas nupcias con doña Petronila Peñafiel, matrimonio del cual nacieron tres varones: Julián, Juan e Isidoro de la Cierva Peñafiel. Al morir, el padre dividió su gran finca ‘Torre Cierva’, situada en la huerta de Santo Ángel, entre sus hijos.
Isidoro de la Cierva Peñafiel llegó a ser diputado a Cortes por Murcia y una influyente personalidad de la vida pública local, siendo considerado uno de los grandes impulsores de la fundación de la moderna Universidad de Murcia en 1915. En su parte del terreno heredado, Isidoro encargó en 1904 al insigne arquitecto Pedro Cerdán (autor de la fachada del Casino, o del mercado de Verónicas, entre otras importantes obras) el proyecto de su casona familiar, situada a escasos metros de distancia de la de su hermano Juan.
El conjunto, en medio de una gran finca agrícola, se compone de varias edificaciones, entre las que destacan la casa-torre principal y la ermita, además de los románticos jardines diseñados entre ellas. Esta es, sin duda, una de las grandes obras completas del Modernismo regional: desde el paisajismo hasta la arquitectura, pasando por el deslumbrante interiorismo firmado por el decorador Anastasio Martínez Hernández (azulejos, escayolas, pinturas de los techos, etc) y su espectacular mobiliario estilo Art Nouveau, obra del prestigioso ebanista Gaspar Homar i Mezquida.
3 comentarios en «Casa del Pino»
Él está en que se encuentra la casa es gracias a la rehabilitación realizada por el fallecido arquitecto José María Hervás
Buenos días, es cierto que se van a recrear los jardines y va a poder ser visitado y si es así cuando empezarían las obras, sería una maravilla.
Una de las que Murcia disfrutaría. Cuanta belleza oculta!
Gracias y un saludo.
Hola, Ginés. Lo desconozco, pero ojalá que así sea. Saludos