La red de regadío de la Huerta de Murcia es una portentosa infraestructura que lleva funcionando, sin más energía que el discurrir y la fuerza del agua, desde al menos el siglo X. A partir de la Contraparada, el gran dique, el agua del Segura se eleva y distribuye a través de las acequias para llegar hasta los bancales de todo el valle. Posteriormente, el excedente de agua (la que no se infiltra en el terreno) se devuelve al río a través de la red de drenaje, en un perfecto ciclo cerrado. La acequia Vieja de Churra (llamada así para diferenciarla de ‘la Nueva’ de Churra) es parte de este sistema.
Perteneciente al Heredamiento del Norte, la Vieja de Churra nace desde la Mayor Aljufía en su partidor junto a la Rueda de la Ñora, justo al lado de su hermana la acequia Alfatego. Desde aquí, riega las huertas de La Ñora, Guadalupe, Espinardo, Churra, Cabezo de Torres y Monteagudo. Una de las curiosidades de este cauce es que desde él nace, a modo de pequeño ramal, la acequia del Caracol, que vuelve a morir en ella unos metros después. Finalmente, Churra la Vieja va a morir al azarbe de Monteagudo, a escasos metros del Castillejo.
Esta acequia tiene el honor de formar parte del Sitio Histórico de Monteagudo-Cabezo de Torres, siendo uno de los canales que, en el siglo XII, regaron los jardines y huertos del entorno palaciego del Castillo y Castillejo de Monteagudo, en el momento de mayor esplendor de la taifa islámica murciana.