En el volumen 65 de la Murcia Desaparecida, os hablé de la casona de recreo ‘Villa Carmen’ levantada en el primer tercio de siglo XX y hoy desafortunadamente desaparecida. Don Pedro Lorca Marín, reputado abogado murciano, construye su villa de recreo en las afueras de la ciudad, cerca de Espinardo, incluyendo la parte trasera de la misma, un cuidado jardín de estilo francés con dos caminos perpendiculares que delimitaban cuatro parterres y fuente central, además de un gran huerto.
En el año 1929 (como así reza una inscripción sobre el mismo), el jardín se embelleció aún más con la construcción de una torre palomar de estilo ecléctico neomudéjar. En los jardines de Villa Carmen se organizaban pomposas fiestas a causa de los numerosos eventos que presidían sus populares dueños, a las que acudieron todo tipo de personalidades del momento: misses, políticos locales, diputados, periodistas, etc.
La edificación es de una clara inspiración basada en la famosa Torre del Oro de Sevilla (pero en miniatura). Su sencillo pero bello aparejo de ladrillo, perfectamente integrado con la vegetación, le otorgan una presencia notable dentro del jardín que se conformó cuando, en los años noventa, la villa fue derribada. En su lugar, se construyó una urbanización de adosados y el jardín público que llevan su nombre original, siendo este palomar el único vestigio en pie de aquel complejo.