La Murcia Desaparecida, volumen 80: el baldaquino de San Bartolomé.
El templo parroquial de San Bartolomé-Santa María es la más singular de las conocidas como ‘parroquias viejas’ de Murcia, el conjunto de iglesias que originalmente fueron mezquitas, y con la llegada de los castellanos, en el siglo XIII, se reconvirtieron en lugares para el culto cristiano. Su singularidad le viene dada por escaparse al omnipresente estilo Barroco murciano de la mayoría de ellas, al verse paralizadas la obras en dos ocasiones, y no ser concluida hasta principios del siglo XX, cuando se concluyen las proyectadas por el el insigne arquitecto Justo Millán para rematar la nave, y construir la fachada principal y la torre que hoy admiramos.
El monumental baldaquino neoclásico del presbiterio (la parte central del altar mayor), que presidía la vista principal del templo, estaba rodeado de una sillería coral del mismo estilo. Fue diseñado y construido por el tallista y arquitecto José Navarro David, entre 1795 y 1797. A pesar de ser San Bartolomé su titular, aquí no se veneraba esta obra de Francisco Salzillo (que estaba expuesta donde hoy lo hace el Santo Entierro) sino una representación del Arca de la Alianza que, mediante un sistema mecánico de puertas correderas permitía exponer el Santísimo Sacramento con gran solemnidad.
El baldaquino fue destruido en la Guerra Civil. En su lugar, en los años 60, el ilustre pintor Manuel Muñoz Barberán realizó las recién restauradas pinturas que hoy decoran el presbiterio. La imagen del titular fue traslada a la parte central del mismo, donde hoy preside su parroquia.


Para ampliar información:
https://www.murcianazarena.com/images/perdon/Cabildo_2009_S.Bartolome_A.Romero.pdf