Chimenea del Salitre (Jardin del Salitre, s/n).
La chimenea del Salitre, también conocida como ‘de la Pólvora’ es uno de los vestigios que, junto al cuerpo principal de administración, la ermita, y dos de los pabellones: el de la biblioteca, que hoy acoge el Real Club Taurino; y el taller de afino, hoy pabellón municipal de Salud; conforman hoy el testigo de lo que fue el vasto complejo de la Real Fábrica de Salitres de Murcia.
Creada por Real Orden de Felipe IV, en 1654, este complejo era una pieza más del engranaje de instalaciones para la fabricación de pólvora en Murcia, junto con el Molino Alto de Javalí Viejo, o el Molino Bajo (Los Canalaos), situado entre Guadalupe y Rincón de Beniscornia. En este contexto, la Real Fábrica realizaría trabajos de acopio y refino de salitres, componente indispensable para la fabricación de pólvora. Su ubicación no fue casual ya que se eligieron terrenos situados junto a la acequia Mayor Aljufía y la Caravija, en la antigua calle de la Acequia (hoy Acisclo Díaz), de tal manera que la fuerza motriz del agua sirviera para poner en marcha los motores.
La chimenea del taller de carbonizar, así como los hornos, datan del año 1879, cuando la fábrica también se encargaba de la carbonización de agramizas. En los años 90 del pasado siglo XX, se inaugura el jardín público del Salitre, uno de los principales pulmones verdes de Murcia desde ese momento.