La Murcia Desaparecida, volumen VII. Iglesia parroquial de San Antolín

Iglesia parroquial de San Antolín (Plaza San Antolín, s/n). Sobre un templo primigenio (la parroquia de San Antolín es de las más antiguas de Murcia), ya en el próspero siglo XVIII, se construye una bella iglesia de estilo barroco con tintes de transición al neoclasicismo. La fachada principal diseñada por Jaime Bort (el mismo autor del brillante imafronte principal de la catedral de Santa María), destacaba por su simetría y sus torres gemelas, que funcionaban como campanario, teniendo la derecha de ellas un popular reloj. El elemento principal era el bajo relieve central en el que se representaba el milagro de San Antolín de Pamiers (patrón de los cazadores, quien logró sacar agua de una piedra, ¿cómo te quedas?). La portada lateral, más pequeña y modesta en decoración, también era de una belleza destacable, y del mismo autor.

Con el estallido de la Guerra Civil, el templo fue vilmente derribado desde la veleta hasta sus cimientos. Previamente y en ese mismo contexto bélico, había servido como sede de la revolucionaria ‘Radio Lenin’, y de los ‘Pioneros Rojos’ (una especie de grupos juveniles comunistas).

Acabada la guerra, en el año 1942 se iniciaron las obras del nuevo edificio, el que vemos ahora, que se sitúa exactamente en el mismo lugar que el anterior, y que concluyeron en el año 1961, salvo la torre, que es moderna, de ya bien entrado el siglo XXI. De la destrucción se salvó (¡por suerte!) el relieve de la fachada principal, que se integra hoy en el altar mayor de la moderna iglesia actual. ¡Cuánto atentado contra el patrimonio en medio de la sinrazón y la barbarie de este momento negro de nuestra historia!

Antes
Ahora
Fachada principal de la iglesia desde la plaza antes de su
derribo en el contexto de la guerra civil española
Imagen actual de la iglesia actual que la sustituyó en los años 60
Fachada lateral de la desaparecida iglesia, obra de Jaime Bort
Relieve del milagro de San Antolín de Pamiers, que decoraba
la fachada barroca, y que se pudo salvar, formando hoy parte del altar mayor del actual templo sanantolinero
Detalle de la fachada desaparecida, en un precioso estilo
Barroco en transición al Neoclasicismo.

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