El manicomio Provincial (calle Acisclo Díaz, s/n) fue el vastísimo edificio destinado a hospital de enfermos mentales en la ciudad de Murcia. Construido por el arquitecto Justo Millán (autor de las fachadas del Teatro Romea, San Bartolomé, y de la Plaza de Toros de Murcia, entre otras) a finales del siglo XIX, ocupó unos seis mil metros cuadrados: para que os hagáis una idea, un campo de fútbol tiene unos cinco mil metros cuadrados, ¡era enorme! El gigantesco inmueble llegaba desde Acisclo Díaz hasta el actual edificio de El Corte Inglés, ocupando gran parte de lo que hoy son los restos arqueológicos del Arrabal de la Arrixaca (o de San Esteban).
El portillo de San Antonio es el único vestigio que queda de lo que fue el edificio. Este arco era solo una parte de la puerta monumental, que además de lo que queda, tenía una bella verja delantera con dos farolas de forja, y un cuerpo superior con una inscripción, coronado todo ello con un mástil con bandera.
Fue uno de los primeros manicomios “modernos” de España (las condiciones de los enfermos mentales hasta ese momento era poco menos que terroríficas), y se estructuraba en dos amplias galerías de cien metros de longitud, con un ala izquierda destinada a hombres, y un ala derecha a mujeres, contando nada más y nada menos, que con catorce patios de recreo (¡tenía que haber mucha clientela por la zona dadas sus dimensiones!). La que el pueblo popularmente denominaba como ‘casa de los locos de San Esteban’ funcionó hasta la construcción del actual hospital psiquiátrico en El Palmar, cuando fue derribado conservando el pórtico. ¡Qué pequeño fragmentito de aquel enorme edificio nos ha quedado!